Tras la lectura
del artículo publicado por Dino Pancani, a través de la Universidad Alberto Hurtado de Chile en el año 2009, resulta obvia la obligatoriedad de
cuestionarse el porqué no se proporciona una correcta formación ciudadana en el
análisis e interpretación crítica de la imagen visual. Desde la escuela,
tenemos la responsabilidad de liderar una formación que cuestione el contenido
de las imágenes hegemónicas de nuestro entorno proporcionando a la sociedad
sujetos reflexivos y sobre todo libres.
“Dos aviones estrellándose en las torres, un
pavo de utilería, un dictador ahorcado, un afroamericano a cargo de un imperio,
una modelo cantante, amante y primera dama, un príncipe infiel, un presidente
indígena en huelga de hambre, una mujer sentada en el sillón de O’Higgins, una
niña teniendo sexo con un niño, un niño africano a la espera de ser devorado
por un buitre africano, buitres a petróleo matando niños palestinos, un empresario
italiano gerenciando las tierras públicas italianas, una mujer llora cuando es elegida
reina de belleza.
Imágenes que nos evocan, nos motivan, nos movilizan,
nos paralizan, nos agraden, nos impulsan, nos confrontan con el productor y
distribuidor de la imagen hegemónica que nos ofrecen, nos reiteran que la
sociedad de la información es un derroche de imágenes excluyentes.” (Dino Pancani C. 2009)
Los medios de comunicación de masas, internet, la publicidad, todos ellos se conforman como valiosas herramientas de representación social basadas en estereotipos y en la reproducción de un orden económico y cultural determinado y estrecho.
Si sumamos las
horas que pasamos frente al televisor, a las que navegamos por internet, redes sociales, imágenes en periódicos y revistas, imágenes cinematográficas…
resulta imposible abstraerse de las mismas y el mero hecho de intentarlo afectaría
gravemente a la socialización y desarrollo cognitivo, por lo que resulta
imprescindible aprender a convivir con las mismas preservando la libertad de los individuos y fomentando el
desarrollo de la autonomía en la toma de decisiones. Y es la escuela el entorno donde se explicita el
objetivo de formar sujetos críticos, libres y capaces de valorar las imágenes.
En la actualidad
la imagen visual esta claramente asociada a la globalización y al mercado y
además suponen un acceso directo a realidades de las que no tenemos una
vivencia directa. Una gran cantidad de las imágenes que circulan tienen fines
lucrativos o representan los intereses de un orden político, económico o cultural
establecido, quedando las minorías excluidas de este imaginario colectivo que
genera la imagen.
Hasta ahora,
desde los centros educativos, se ha proporcionado el aprendizaje de las nuevas
tecnologías y los medios de comunicación de una forma mecánica, a modo de
alfabetización, dejando en un segundo plano la reflexión, el desarrollo de la
autonomía o el pensamiento crítico respecto a las mismas.” Ante imágenes redundantes y convencionales se forma al estudiante
para que asuma los contenidos y las emociones que el productor definió que
debían provocarle a él como sujeto, no se le entregan elementos que le permitan
interpretar creativa y autónomamente lo que se está observando.” (Dino Pancani
C. 2009)
Desde la escuela
somos responsables de proporcionar herramientas al alumnado para que puedan
enfrentarse a este reto de una forma activa, generando al mismo tiempo nuevos
conocimientos basados en el lenguaje de la imagen y sus significados. Si la
escuela no se hace responsable de proporcionar dichos conocimientos se estará
atentando contra la libertad de las personas evitando que haya ciudadanos
capaces de interpretar críticamente su contexto visual.
“La mantención de estas prácticas es
mantener al educando como un recipiente a llenar con depósitos, a ello, le
llama la educación bancaria, la cual asume el saber, el conocimiento como una
donación de quienes se creen sabios a otros que creen ignorantes. No aparece
como un proceso de conciliación entre el educador y el educando, se mantiene al
educando pasivo, de esa manera se le niega la posibilidad de ser un ser transformador,
sino que se adapta a la realidad bancaria. “En la medida en que esta visión “bancaria”
anula el poder creador de los educandos o los minimiza, estimulando así su ingenuidad
y no su criticidad, satisface los intereses de los opresores”. (Freire 2002, p,
81)
Este espacio
estará dedicado a la reflexión y análisis sobre los efectos, usos e
implicaciones de la imagen sobre la educación, tratando de aportar y recopilar
al mismo tiempo reflexiones y recursos para su uso práctico tanto en educación
formal como no formal.
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